La tecnología acusa los imprevistos, llamadas que se quedan a medias, trabajos que se pierden en un portátil o canciones que no pueden ser escuchadas, y una sola causa: batería agotada.
Científicos de la Universidad de Stanford han puesto las bases para prolongar la duración de las baterías recargables de iones de litio -las más utilizadas en portátiles, teléfonos móviles o reproductores de música- o lo que es lo mismo de una sola carga multiplicarían por diez su duración, lo que supone pasar de una duración de cuatro de media a 40 horas sin efectuar una sola recarga.
Las investigaciones han sido dirigidas desde el departamento de Ciencia e Ingeniería de la Universidad de Stanford por el profesor Yui Cui, quien ha experimentado con un nuevo ánodo de silicio, consiguiendo así un mayor rendimiento.
De momento, Cui ha presentado una patente y está estudiando la posibilidad de constituir una empresa o llegar a algún acuerdo con un fabricante de baterías, por lo que espera que su batería sea comercializada y esté disponible dentro de unos años.
Científicos de la Universidad de Stanford han puesto las bases para prolongar la duración de las baterías recargables de iones de litio -las más utilizadas en portátiles, teléfonos móviles o reproductores de música- o lo que es lo mismo de una sola carga multiplicarían por diez su duración, lo que supone pasar de una duración de cuatro de media a 40 horas sin efectuar una sola recarga.
Las investigaciones han sido dirigidas desde el departamento de Ciencia e Ingeniería de la Universidad de Stanford por el profesor Yui Cui, quien ha experimentado con un nuevo ánodo de silicio, consiguiendo así un mayor rendimiento.
De momento, Cui ha presentado una patente y está estudiando la posibilidad de constituir una empresa o llegar a algún acuerdo con un fabricante de baterías, por lo que espera que su batería sea comercializada y esté disponible dentro de unos años.
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