Recientemente, Todd Pierce hizo una apuesta arriesgada que pudo haber puesto en riesgo incluso su empleo.
A fin de satisfacer las necesidades informáticas de 16,300 empleados y contratistas en Genentech Inc., Pierce corrió el riesgo y decidió no depender totalmente de los programas empresariales de Microsoft, IBM u otro proveedor tradicional, un modelo convencional en el que la empresa compradora se convierte en propietaria de licencias de uso.
En vez de eso, Pierce, quien es director de tecnología de Genentech Inc., decidió arrendar esos productos indispensables a Google Inc.
Google, el gigante de la búsqueda de información y de la publicidad en Internet, se haría cargo del sistema de correo electrónico de Genentech, así como de los programas usados en la oficina, como el procesador de palabras, la hoja de cálculo y el calendario, y haría todo eso mediante una conexión "online", una estrategia novedosa llamada "computación en nube".
La decisión ha convertido a Genentech, pionera de la biotecnología, en un conejillo de Indias para Google y otros servicios alternativos de software, que tratan de convencer a los escépticos ejecutivos de las corporaciones de que la "nube" es un concepto válido y conveniente.
En el proceso, Google Inc. espera quitarle ingresos a Microsoft Corp. y rebasar a su rival acérrima en la lucha por apoderarse del control de los programas más usados en cómputo.
El director general de Genentech, Arthur Levinson, forma parte del consejo directivo de Google, pero Pierce insiste en que esos nexos no fueron el motivo principal para la transición a la computación en nube.
Después de largos ensayos internos, Pierce se convenció de que Google era fiable para proporcionar a Genentech programas informáticos cruciales, con tanta precisión como la que muestra esa misma empresa al descifrar las peticiones de búsqueda hechas en la Web y anexarles anuncios.
"Uno no quiere quedarse atrapado en el pasado", dijo Pierce, director general de informática en Genentech. "Creo que estamos a la vanguardia respecto de esta tendencia".
La computación en nube ha crecido, para formar un mercado de aproximadamente 36,000 millones de dólares este año, o aproximadamente 13% de las ventas de software en el mundo. La gran pregunta es ahora si esto puede transformarse en una gran tendencia tecnológica que vuelva obsoletos los modelos de negocios de Microsoft y de otras empresas de programas para computadora.
Pese al revuelo que ha causado esta modalidad, resultará difícil romper los hábitos viejos, especialmente dado que las potencias del software empresarial - Microsoft, IBM Corp., Oracle Corp. y SAP - han reaccionado para proteger sus negocios existentes y lucrativos de programas informáticos, mientras crean sus propios servicios en línea para competir contra las compañías incipientes.
Ni siquiera Genentech, la mayor empresa que ha comprado hasta ahora el paquete de aplicaciones informáticas de Google, está lista para abandonar totalmente a Microsoft. Todavía adquiere licencias para usar programas como el procesador de textos Word y Excel para crear hojas de cálculo.
Típicamente, las empresas son dueñas de licencias de software, las cuales requieren de instalar los programas en cada computadora, a lo que siguen años de mantenimiento costoso para que la tecnología siga funcionando.
En contraste, la computación en nube permite que alguien más se encargue de los programas empresariales, a distancia y a cambio de una tarifa mensual o anual. Los usuarios ingresan a los programas mediante conexiones a la internet.
La idea ha agradado a los dueños de pequeñas empresas, agencias gubernamentales y escuelas. Ahora, las compañías más grandes comienzan a mostrarse interesadas, particularmente en medio de la recesión, mientras buscan formas de ahorrar dinero.
"Casi todo el mundo ha puesto una buena parte de su vida personal en la Internet y no hay duda de que los programas empresariales futuros estarán también ahí", dijo Zachary Nelson, jefe de NetSuite Inc., especialista en informática. "Sólo hay que ver cuándo están listas las compañías para hacer esta mudanza".
Los aspectos económicos convencieron a Genentech. Con base en el número de empleados que tienen cuentas de software con Google, la empresa del sur de San Francisco paga al menos 800,000 dólares al año, por usar el paquete basado en la Internet.
La compra y mantenimiento de un sistema similar de Microsoft, Oracle o IBM habría costado mucho más, aunque Genentech se negó a decir cuánto ha ahorrado al suscribirse al paquete de oficina de Google.
Independientemente de la cifra, el ahorro no cesa ahí. Pierce considera que la empresa tendría que invertir al final entre 70 y 80 millones de dólares para construir un centro de datos, repleto de servidores, a fin de que su software funcionara, y habría tenido que contratar a más ingenieros y especialistas en tecnología.
"Es un gran costo que no generará un millón de dólares en ventas para mi compañía", razonó Pierce.
Fuente: CNN
A fin de satisfacer las necesidades informáticas de 16,300 empleados y contratistas en Genentech Inc., Pierce corrió el riesgo y decidió no depender totalmente de los programas empresariales de Microsoft, IBM u otro proveedor tradicional, un modelo convencional en el que la empresa compradora se convierte en propietaria de licencias de uso.
En vez de eso, Pierce, quien es director de tecnología de Genentech Inc., decidió arrendar esos productos indispensables a Google Inc.
Google, el gigante de la búsqueda de información y de la publicidad en Internet, se haría cargo del sistema de correo electrónico de Genentech, así como de los programas usados en la oficina, como el procesador de palabras, la hoja de cálculo y el calendario, y haría todo eso mediante una conexión "online", una estrategia novedosa llamada "computación en nube".
La decisión ha convertido a Genentech, pionera de la biotecnología, en un conejillo de Indias para Google y otros servicios alternativos de software, que tratan de convencer a los escépticos ejecutivos de las corporaciones de que la "nube" es un concepto válido y conveniente.
En el proceso, Google Inc. espera quitarle ingresos a Microsoft Corp. y rebasar a su rival acérrima en la lucha por apoderarse del control de los programas más usados en cómputo.
El director general de Genentech, Arthur Levinson, forma parte del consejo directivo de Google, pero Pierce insiste en que esos nexos no fueron el motivo principal para la transición a la computación en nube.
Después de largos ensayos internos, Pierce se convenció de que Google era fiable para proporcionar a Genentech programas informáticos cruciales, con tanta precisión como la que muestra esa misma empresa al descifrar las peticiones de búsqueda hechas en la Web y anexarles anuncios.
"Uno no quiere quedarse atrapado en el pasado", dijo Pierce, director general de informática en Genentech. "Creo que estamos a la vanguardia respecto de esta tendencia".
La computación en nube ha crecido, para formar un mercado de aproximadamente 36,000 millones de dólares este año, o aproximadamente 13% de las ventas de software en el mundo. La gran pregunta es ahora si esto puede transformarse en una gran tendencia tecnológica que vuelva obsoletos los modelos de negocios de Microsoft y de otras empresas de programas para computadora.
Pese al revuelo que ha causado esta modalidad, resultará difícil romper los hábitos viejos, especialmente dado que las potencias del software empresarial - Microsoft, IBM Corp., Oracle Corp. y SAP - han reaccionado para proteger sus negocios existentes y lucrativos de programas informáticos, mientras crean sus propios servicios en línea para competir contra las compañías incipientes.
Ni siquiera Genentech, la mayor empresa que ha comprado hasta ahora el paquete de aplicaciones informáticas de Google, está lista para abandonar totalmente a Microsoft. Todavía adquiere licencias para usar programas como el procesador de textos Word y Excel para crear hojas de cálculo.
Típicamente, las empresas son dueñas de licencias de software, las cuales requieren de instalar los programas en cada computadora, a lo que siguen años de mantenimiento costoso para que la tecnología siga funcionando.
En contraste, la computación en nube permite que alguien más se encargue de los programas empresariales, a distancia y a cambio de una tarifa mensual o anual. Los usuarios ingresan a los programas mediante conexiones a la internet.
La idea ha agradado a los dueños de pequeñas empresas, agencias gubernamentales y escuelas. Ahora, las compañías más grandes comienzan a mostrarse interesadas, particularmente en medio de la recesión, mientras buscan formas de ahorrar dinero.
"Casi todo el mundo ha puesto una buena parte de su vida personal en la Internet y no hay duda de que los programas empresariales futuros estarán también ahí", dijo Zachary Nelson, jefe de NetSuite Inc., especialista en informática. "Sólo hay que ver cuándo están listas las compañías para hacer esta mudanza".
Los aspectos económicos convencieron a Genentech. Con base en el número de empleados que tienen cuentas de software con Google, la empresa del sur de San Francisco paga al menos 800,000 dólares al año, por usar el paquete basado en la Internet.
La compra y mantenimiento de un sistema similar de Microsoft, Oracle o IBM habría costado mucho más, aunque Genentech se negó a decir cuánto ha ahorrado al suscribirse al paquete de oficina de Google.
Independientemente de la cifra, el ahorro no cesa ahí. Pierce considera que la empresa tendría que invertir al final entre 70 y 80 millones de dólares para construir un centro de datos, repleto de servidores, a fin de que su software funcionara, y habría tenido que contratar a más ingenieros y especialistas en tecnología.
"Es un gran costo que no generará un millón de dólares en ventas para mi compañía", razonó Pierce.
Fuente: CNN
Foto: Todd Pierce
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