Sunday, July 1, 2007

Ciberguerra: Estados Unidos se Prepara


Cualquiera que guste de temas tecnológicos o militares ha escuchado esta predicción por más de una década: la ciberguerra se nos viene encima.

Aunque el tan anunciado y esperado conflicto computacional todavía no ocurre, el pronóstico es más funesto con cada anticipo: un ataque violento es desencadenado por una nación respaldada por sus cerebros y recursos computacionales; bancos y otras empresas en el territorio enemigo son destruidos; los gobiernos se detienen; los teléfonos se desconectan.

La clave está en los SCADA, "Control Supervisado y de Adquisición de Data" -por su sigla en inglés-, la tecnología que permite el monitoreo y control de operaciones a distancia de líneas de producción manufactureras y de proyectos civiles tales como represas.

Son vulnerables. A los expertos en seguridad les quita el sueño imágenes de terroristas cerrando una fábrica o abriendo las puertas de una represa para devastar una ciudad kilómetros más abajo. Y todo esto lo pueden hacer desde un teclado.

Los gobiernos están tomando precauciones.

Expertos en seguridad de EE.UU. piensan que China lleva tiempo intruseando en sus redes. Según un informe del Departamento de Defensa enviado al Congreso este año, los militares chinos han invertido fuertemente en contramedidas electrónicas, defensa y en conceptos como "ataques en red, trama de defensa computarizada y exploración de redes".

Estados Unidos toma resguardos. Robert Elder, comandante de la división de ciberespacio de la Fuerza Aérea, dijo a periodistas en Washington que su equipo recién creado, que defiende la información militar, comunicaciones y redes, está aprendiendo cómo desbaratar las conexiones computacionales de un oponente y destruir sus bases de datos. "Queremos ir y noquearlos en el primer round", dijo.

Un ciberconflicto podría originar "un gran impacto", argumenta Danny McPherson, un experto en Arbor Networks. Hackear los sistemas de industrias, dice, podría ser "una verdadera amenaza".

Estados Unidos se ha preparado para ataques cibernéticos ocasionales debido a la exposición diaria a caídas del sistema, interferencias y virus. Hay pocos lugares donde todo depende tanto de un computador que si falla, cae todo el sistema.

Cuando cae todo

Ataques en la internet misma a través de lo que llaman "servidores de raíz", los que juegan un rol fundamental para conectar a los internautas a la red, podrían causar un problema mundial, agrega Paul Kurtz, operador en jefe de Good Harbor, una consultora en temas de seguridad. Y tener tantas naciones con un dedo en el botón digital aumenta las probabilidades de un conflicto cibernético causado por un atacante no identificado, o por un simple desperfecto.

El cine y la televisión ya han mostrado los catastróficos efectos de la ciberguerra. En la película "Terminator III" los militares deben enfrentar un virus informático que amenaza con tomar control del aparato de defensa estadounidense; en la serie de TV "Amerika", los soviéticos toman control de EE.UU. luego de provocar un pulso electromagnético, fenómeno que anula todo aparato electrónico.

Sin embargo, en vez de pensar que se producirá un "Pearl Harbor digital", McPherson dice que el ataque inicial será mucho más sutil: "partes de sistemas no trabajarán o, a lo más, no podremos confiar en la información que veamos".

Fuentes castrenses aseguran que "se está en conocimiento de la ciberguerra" y lo que significa el uso de la tecnología en este tipo de conflictos. En general, explican, se puede identificar perfectamente al responsable de cualquier ciberagresión.

Además, dice que este tipo de guerra predominará en el mundo más adelante y que los frentes de agresión se amplían porque en la red no hay distancias.

Un ejemplo de lo que podría ser la ciberguerra tuvo lugar durante mayo en Estonia cuando un ataque digital bloqueó los accesos online a bancos y oficinas del gobierno.

Las autoridades estonias culparon inicialmente a Rusia. Por esos días el país báltico había anunciado la remoción de un monumento al Ejército Rojo que todavía se conserva en el centro de Tallin, la capital. Era un recuerdo de los tiempos de la Unión Soviética, de la cual Estonia se desmembró en 1990. La acción coincidió con las protestas de rusos étnicos contrarios a la remoción. El ciberataque podría haber sido otra forma de queja.

Aunque el Kremlin ha negado las acusaciones, acciones similares han afectado a sitios y medios de disidentes políticos del presidente Putin. Las víctimas incluyen desde demócratas liberales hasta ultranacionalistas y el objetivo sería neutralizar la oposición antes de las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, previstas para diciembre y marzo.

Tanto los ataques contra el país báltico como los que afectan a la oposición rusa incluyeron el envío masivo de spam y el método de denegación de acceso distribuido. Este último involucra un flujo de computadores que tratan de conectarse a un mismo sitio al mismo tiempo. Con ello sobrepasa la capacidad del servidor para hacerse cargo del tráfico y finalmente colapsa. Los expertos reconocen que el bloqueo de estos ataques es muy difícil ya que el servidor que aloja la página no tiene forma de distinguir entre las solicitudes de acceso legítimas y las malintencionadas.

ESPÍA DIGITAL

EN 1999 un hacker no identificado penetró desde Moscú computadores del departamento de defensa de EE.UU. Copió códigos navales clasificados y sistemas de guía de misiles.


Tomado del diario El Mercurio de Chile – 01/07/2007

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